Hace unos años trataba de escribir columnas, hablar en radio y trabajar en televisión. Honestamente, no me iba bien. Me sacaron de Renacer 106.1 cuando dije que me habían hecho una oferta en Magic 97.3, luego Magic no empezó cuando me dijeron que empezaría y me quedé sin sueldo por meses. Si no fuera por mi padre y los préstamos estudiantiles no sabría qué hubiera hecho. Luego, entré a NotiUno. Me fui cuando WKAQ me hizo una oferta para tener mi propio programa y moderar otro con Rivera Schatz, Juan Dalmau y Toñito Cruz. Me sacaron cuando hubo un cambio gerencial y le dije al jefe que tenía una oferta de Red 96. Nunca me quise ir de WKAQ, pero me fueron. Topy Mamery me dijo que me iba a hacer el Ricky Martin de los analistas políticos y periodistas. Nunca lo logró, pero me dio la oportunidad.

Luego, cerró Red 96 y me quedé de nuevo sin trabajo. No les cuento que el 2010 fue el año más difícil de mi vida, pero admito que lo fue. Las necesidades económicas me hicieron tener que mudarme de la casa que vivía por no tener cómo pagar la renta. Un pana me prestó su casa que tenía vacía y estaba a la venta. Entonces, la vendió y me quedé de nuevo sin dónde vivir.

Desde WKAQ había empezado a usar las redes sociales, pero sobre todo en Red 96. Ahí me di cuenta de que si me quedaba sin trabajo, serían otros espacios los que se abrirían. Así fue. Empujé usar mis redes y YouTube, pero principalmente Facebook y Twitter. Ahí Gángster y Funky me vieron, me abrieron la puerta en El Circo de La Mega y me pusieron a madrugar.

Entré al tiempo en la televisión. Contrario a lo que mucha gente cree, en los medios no se cobra la gran cosa hasta que eres una figura bien establecida y reconocida. Muchos en los medios la pasan bastante mal por mucho tiempo. Pero la puerta de El Circo y de un pequeño segmento en Telemundo me abrieron la oportunidad para que WKAQ me llamara de vuelta para regresar y firmé contrato justo al lado de la misma persona que años antes me había botado.

Entonces, Telenoticias me ofreció ser el analista político de las elecciones. Sí, ese fue el momento más neurálgico de mi vida como analista. Ahí también nos reunimos en un restaurante y llegamos a un acuerdo para empezar como columnista de Primera Hora. Sí, estaba al aire en radio dos veces al día, televisión dos veces al día, la gente me seguía en mis espacios en las redes sociales, pero soñaba con ser columnista.

De todos mis trabajos hasta hoy, siempre había pensado que ser columnista era el más importante porque quizás algún día dentro de 80 años, cuando nadie recuerde quién fue Jay Fonseca, verán que habíamos muchos tratando de evitar el camino que llevábamos y que alternativas siempre estuvieron siendo discutidas, propuestas y analizadas, solo faltaba la voluntad de hacerlas.

De ahí salió el nombre, Esto tiene salvación. Empezamos los lunes, luego los jueves y esta será mi última columna en este espacio. Me llena de orgullo saber que gente tan importante que no me escuchaba o veía, al menos leía algunas de mis columnas. De hecho, eran esos e-mails, mensajes de texto y llamadas sobre la columna los que provocaban que siguiera leyendo y buscando alternativas para proponer algunas ideas que discutimos aquí casi todas las semanas.

Muchas veces usé este espacio para denuncia, pero principalmente, si buscan el índice de columnas, verán que trataba de enfocar en propuestas e ideas que pudieran hacer a Puerto Rico el paraíso que es, si tan solo cooperamos.

Quiero agradecer a mucha gente, pero solo voy a agradecer a Ana Enid. Ella, que perdió la mitad del pelo esperando que le enviara la columna a tiempo. A ti Ana Enid, gracias. Puerto Rico tiene salvación, por entre otras cosas, gente como tú que no se rinden en que un mejor contenido sea publicado y a tiempo.

A los lectores que comentan con odio mis publicaciones, que son bastantes, los voy a extrañar por un tiempo, pero muchos seguirán en Twitter destruyéndose entre ellos mientras el pueblo languidece. Puerto Rico tiene salvación, solo necesitamos voluntad para hacer las cosas bien. Empecemos por ser nosotros el cambio que queremos ver en el mundo. Hasta pronto...